...del libro "Inner, percibiendo su mundo"
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...y sus ojos se empaparon del ayer.
La mirada de él mirada era altiva, paso firme, constante, enfocado al camino y al destino, de pronto Inner pasó a su izquierda… a varios metros de distancia, en sentido contrario, caminando suavemente, pero en paso homogéneo.
Unos pocos metros adelante, Inner fue la primera que se detuvo en seco, pensó un momento, acomodó su cabeza, como agitándola suavemente y acomodando la duda de la mitad de su cabeza… corroboración oportuna, sin disimulos, anclo el tacón de su zapatilla izquierda y giró 180 grados todo su cuerpo empezando desde la zapatilla hasta los hombros, el volante de su falda constató la velocidad del movimiento, pero ella tenía dudas, observaba, no sabía si dar un paso para alcanzarlo.
Mientras Inner estaba en duda si era él… sería él o una mala jugada de la reminiscencia dónde ves a todas las personas parecidas… de pronto, frente a la mirada fija de ella… él detuvo su paso, un segundo después giro desordenadamente, pero hacía la izquierda… se sorprendió de que era Inner… ella se sorprendió que era él.
Aún estaban abortos, y sin quitarse la mirada de encima, caminaron lentamente… tan lentamente como la transición de la sorpresa al deseo y del deseo a las ganas, y de las ganas a la decisión de detener el momento suspendido de alegría.
Cuando estaban frente a frente, solo se miraban, por el gusto de mirarse con detalle, tal vez reconociendo el paso del tiempo desde la última vez, tal vez reconociendo comisuras de recorrido evocado. Él observaba el detalle de la mirada de Inner, como escuchando su mirada, y en ruta del silencio del recorrido de sus ojos sobre ella, detalló su rostro y evidenciando una ligera sonrisa al llegar a sus labios.
Y sí, los ojos desbordados de ambos, se empaparon del ayer mientras sus sonrisas sellaban la complicidad de un pasado de historia sincrónica, que por alguna razón había entrado en diacronía, pero estaban oprimiendo el botón de reiniciar.
Escrito por Elisa Voice
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