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"La tormenta escampará y la leña nueva arropará el fuego de dos, nosotros dos"

"La tormenta escampará y la leña nueva arropará el fuego de dos, nosotros dos" de Richard R. Crown, México, 2023 © Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra.


..."no creo que llueva", y en ese momento... empezó a granizar...

...la búsqueda de un lugar apartado para dos apartados...

...cada uno de los apartados con su propio apartado...


...un hermoso día soleado, de nubes embellecidas que aderezaban grandeza...

...los cuatro elementos de marco de limpieza previa,

con el transitar de nuestros pasos junto a un lago,

para caminar nuestros ánimos a la sedancia...

...el respirar de los pasos pausados atravesando un bosque

de aromas envolventes que daban diligencia a nuestra atenta escucha...

...la hojarasca de colores diversos, alfombra daba distinción

a la banca improvisada de madera coyuntural que nos esperaba...


...tamaño de banca con espacio suficiente para nosotros cuatro...

...nosotros dos, y la distancia de nosotros dos, cuatro en total...


...la doble distancia entre nosotros, se hacía más pequeña o más larga,

dependiendo de la aportación al diálogo de contenido de nuestros propios apartados...

...la realidad es que la sinceridad acortaba nuestras distancia,

y nuestra escucha sin interrupción mantenía firme el acortamiento de la distancia...


...de pronto, la intuición femenina sin sustento, dijo "va a llover, deberíamos volver",

de pronto, el raciocinio sin sustento masculino dijo "pero por supuesto que no, claro que no"...

...en tanto, la lluvia que le importaba un comino lo que opinaban los humanos,

decidió inducir varios relámpagos, rayos y promover una lluvia tormentosa con granizos gigantes...


...uniendo la intuición femenina y la racionalidad sin sustento masculina,

llegaron al acuerdo del mensaje del universo de lavado y purificación de nosotros dos...


...quizá la lluvia se encargó de llevarse la distancias entre nosotros dos,

porque terminamos abrazados y de la mano caminando para guarecernos en un lugar seguro...


...lugar seguro para guarecerse de la lluvia pero con todos los elementos concomitantes,

nosotros dos con las culpas un poco lavadas por la lluvia,

nosotros dos con un sillón de distancia corta al tener menos apartados,

nosotros dos con un techo para poder disfrutar de la tormenta sin mojarse,

nosotros dos con un par de cervezas que conseguimos,

nosotros dos con una mirada itinerante,

mirada que iniciaba con nuestras pupilas en la contemplación silenciosa de la tormenta,

mirada que terminaba con nuestras pupilas mirándose entre sí,

en la contemplación de nuestro corazón,

y desde luego, la renovación de frescura del inicio del nuevo viaje de miradas

mediante un sorbo de cerveza...


...la tormenta se cansó de ser tormenta,

los diálogos se agotaron de defenderse,

y sí, ocupamos algo de granizo adicionado a nuestras cervezas,

para mantener fresca la renovación simbolizada por las bebidas...


...la tormenta escampó, dando paso a los nuevos aromas del bosque,

...nuestro viejos diálogos se los llevó la tormenta

y los nuevos aromas eran envolventes...


...nuestra cabaña esperaba, nuestras nuevas miradas también...

...una botella de vino destapada dio marco de trayectoria...

...unas tazas de café dieron marco para vivir con ojos bien abiertos la vivencia...

...una chimenea con leña seca lista para encender...


...la parte racional masculina infundada

pensó en colocar leño por leño

para retar el efecto del café y mantenerse despierto...

...la intuición femenina

opinó que debía colocarse toda la leña disponible

para evitar distractores para atizar el fuego,

y retar al vino para apreciar colores nacientes del fuego en la chimenea...


...nuestros pies buscaron el calor del fuego mientras se abrazaban...

...nuestras manos buscaron el cálido abrazo de manos...

...nuestros corazones sintieron en el pecho propio,

el latir del pecho de la pareja,

tan cerca entre sí para sincronizar...


...y fue así, los diálogos del silencio fueron más adecuados

para hablar por nuestro sentir que por nuestro vivir,

y fue así, los sobre un pecho latidos que provocaron sentidos...


...¡a bueno!, y por si quieren saber como acabó la escena de la chimenea

en la alborada del día siguiente,

de la hoguera con toda la leña al interior, toda se consumió sin deuda,

del vino quedó como la mitad de la botella sin corchó a la vista,

de las tazas de café quedaron a la mitad...

...de alguna forma, los enamorados, se emborracharon antes de esperar el fondo de la botella,

los enamorados, se fueron adormir antes de esperar que el café los mantuviera despiertos,

y la hoguera compitió con el brillo de los enamorados

pero perdió la batalla de brillos, porque los enamorados sí degustaron la alborada de dos, de ellos dos...


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