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Foto del escritorElisa Voice

"Velada en tu nombre, en el diálogo de mi nostalgia"

Actualizado: 15 ago 2021

Del compendio, "Inner, percibiendo su mundo", escrito por Elisa Voice

voiceelisa@gmail.com



"Sí, ella pondría su propia banda sonora a la película romántica en la TV sin volumen, y sí, ella pondría diálogos a los sentimientos de ella y él"

Inner estaba receptiva de cualquier estímulo ese día y se dio cuenta que todo le hablaba de él, tal vez eso ocurrió desde el amanecer.


Realizó su día normal, o al menos eso trato. Algunas caminatas en el centro comercial sin objetivo, una ensalada, una mesa solitaria y aparadores sin objetivo femenino, y eso ya era mucho decir. Como era fin de semana de día de descanso laboral, tuvo más tiempo para pensar en él, y darle vuelta una y otra vez al mismo pensamiento giraba entre sensaciones recurrentes que solo la ponían más reflexiva. Para Inner es como si su silencio alimentara su recuerdo. Se detuvo en un aparador de trajes de caballero y se dio cuenta que, sin duda, lo extrañaba.


Llegó a casa, caminando lentamente antes de abrir la puerta, era como si cada paso que daba para abrir la puerta, le llegara una imagen de él. O simplemente, solo era que sabía que de abrir la puerta estallaría en recuerdos de él.


Finalmente entró a su casa. Detuvo su paso y miró su comedor, su sala. Su casa estaba vacía de él y el silencio la arropaba. Silencio que tenía el aroma de él.


Volteó a ver una “Cuna de Moisés” que desmayada y dramática esperaba agua urgente, misma que recibió al instante de manos de Inner. Cuando levantó la vista estaba frente a ella el espejo de la sala, que la esperaba con su reflejo de ojeras bien colocadas en una cara triste. Sí, lo extrañaba en el recuerdo y las noches no habían sido renovadoras.


Inner realizó algunas actividades para cerrar el día en casa, actividades simples. También se preparó para sentirse cómoda y una pequeña velada.


Sacó algunos cortes de quesos del refrigerador y lentamente los cuadriculó en una charola. Solo colocó un tenedor. Abrió una botella de vino nueva, que decidió que dejaría vacía desde el momento que sirvió la primera copa.


Encendió la pantalla de televisión, colocó un contenido de película romántica sin volumen y solicitó a su asistente vocal que colocara música clásica. Sí, ella pondría su propia banda sonora a la película romántica en la TV sin volumen, y sí, ella pondría diálogos a los sentimientos de ella y él. Diálogos que le acompañarían en la velada.


Al sentarse en el sillón, Inner le dejó a él espacio que solía ocupar de vez en cuando y dialogó con su nostalgia.


Fue una velada emotiva, de un cúmulo de ideas revueltas y sin justificación especial. Su casa estaba llena de su aroma, de su sonrisa, y a la vez vacía de su calor. Pensaba en sus mejores momentos, aquellos en los que disfrutaban cada minuto juntos y que se llevó con él. Cierto que Inner era independiente, pero lo extrañaba. Extrañaba la banda musical que él le provocaba, su melodía y su cadencia.


Caminó de vez en cuando por la sala, como en espacios para acomodar los sentimientos. Caminatas que empezaban a paso lento y terminaban con movimiento de baile en honor a él, al recuerdo de él.


Después de algunas copas, dio un vistazo debajo del sillón, por si acaso su hombre había dejado alguna zapatilla de cristal, un recado para ella, algún mensaje de que volvería. Y sí, encontró una moneda de diez pesos que se había resbalado en un momento de pasión en una misma velada similar en el que dieron varias vueltas en el sofá. Sonrió y la guardó, la devolvería a él en los próximos días.


Decidió que buscaría una foto de él, encontró una juntos. Ambos felices llenos de unidad, plenos, con esa sonrisa que habla de ambos y que difícilmente se era tan nueva que ella misma no la conocía con esas características en ella misma.


Finalmente, avanzó la noche, se quedó dormida un rato en el sillón hasta que la Luna apareció despertándola. Inner estaba agotada pero antes de retirarse a su recámara, tapó la botella con el corcho que aún estaba en la cocina, y antes de meterla al refrigerador dijo “la tercera parte que falta para dejarla vacía, la tomaremos juntos”.


Tomó la foto y se la llevó con ella para dormir cercana a ella.


Escrito por Elisa Voice

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