Richard R. Crown es un autor novato tratando de escribir en un género romántico. Vive en un resquicio del mundo y en esa extraña realidad alterna dónde todavía existen pupilas dilatadas en miradas románticas de parpadeo procrastinado, Lunas de balcón, sonrisas de complicidad silente y sueños de legítima esperanza enamorada.

Y de pronto!, el primer momento de cruce de miradas que no dejan duda entre ella y él. Por primera vez él declaraba su atención de atracción hacia ella y ella por su lado, se sorprendía de la situación.
Posteriormente, un sincero y puntual mensaje de "...amigos o conocidos..." aclaró el futuro.

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Claro!, desde luego, amigos o conocidos… ¿cuál es el problema?. Ja!, grandísimo inútil, el problema es que el estado enamorado estúpido catastrófico NO entra en alguna de las dos categorías planteadas…
El tiempo avanza y el inamovible “estado enamorado estúpido catastrófico”  trata de convivir con el inamovible “amigos o conocidos”.
 

En efecto!, enamorarse lleva a un estado estúpido catastrófico que impide pensar… y por eso, la única frase que manifiesta el enorme deseo desbordado de felicidad de encontrarse mutuamente y conserva el territorio de la contraparte intacto pero al mismo tiempo, conserva la esencia del enorme gusto de estar frente a frente, es un muy efusivo, negociado, aceptado y seguro “en tu nombre, tanto tiempo!!!”, dónde ambos protagonistas del encuentro sacian sus propias formas sinceras de expresar y no invadir, respectivamente.

Y usted, ¿cuál fue la última la frase célebre que recuerda haber usado con su enamorada o enamorado que le hacía evocar una complicidad de cualquier índole?, ¿la recuerda?.