Richard R. Crown, es un autor novato tratando de escribir en un género romántico. Vive en un resquicio del mundo y en esa extraña realidad alterna dónde todavía existen pupilas dilatadas en miradas románticas de parpadeo procrastinado, Lunas de balcón, sonrisas de complicidad silente y sueños de legítima esperanza enamorada.

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Es la cuarta obra publicada como libro de la serie "¿...evocación romántica...?",  arropada con cuentos y gracias a la capacidad incipiente de Richard R. Crown, será una mezcla sin clasificación literaria digna de crítica por los expertos. Sin embargo, tenga la seguridad que busca la mejor inspiración,  creatividad y cristalización desbordada.

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Siempre existen muchas características que enamoran pero generalmente una de esas características es la que empieza a destacar dentro del estado enamorado estúpido catastrófico que impide organizar ideas, de entre tanto suspiro.

Por ejemplo, una impronta mental que evoca unos hermosos labios llenos de sueños estrenados y sueños aún sin estrenar, labios de planes planeándose en una mente que enloquece de planes, labios de creación de mundo que se abre paso quitando a fuerza de manos que alcanzan los velos que permiten ver el mundo que si le vale el gusto vivir, labios que se desbordan de gusto por degustar una sorpresa en camino, labios de determinación que afilan la sonrisa que así revela la intención de ser  implacable, labios de antojo que se aprietan entre sí como alistando los cubiertos, labios viajeros que proyectan el paisaje y la gran satisfacción de sueños realizados en la fascinación del alma que los contempla.
En efecto!, es “una sonrisa incólume que no procrastina saciar la sed de antojo”.  

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Y usted ¿cuándo fue la última vez que se enamoro de una sonrisa así?.