“Buscando un resquicio en el esquicio… sin desquicio” del nuevo libro "Sensitiva” de Richard R. Crown, México, 2019 © Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra.
... ¿qué fue primero para poder preguntarse por el resquicio?... ¿el desquicio o el esquicio?....
…todos los besos sin estrenar tuvieron una ruta de trazado que siguió una secuencia de antojo por saciarse...
Cuenta la historia que corrió y corrió… entró a la papelería buscando urgentemente carboncillos y papel en blanco…
—Tome, aquí tiene —dijo el empleado de la caja registradora al notar la prisa del comprador.
Rápidamente se dirigió a su casa y tirando de golpe las cosas que estorbaban en la mesa de la estancia, extendió los enormes lienzos de pliegos de papel en toda la mesa.
Sacó los carboncillos y esquició la sonrisa de su interés romántico lo mejor que pudo. Tratando de extraer de su mente la imagen de la sonrisa, trató de replicar las dimensiones de ancho y alto, altura y prominencia de cada labio, comisuras labiales, sonrisa ascendente o sonrisa descendente, textura conceptual del bermellón, filtro, columna de filtro y muy importante, la frialdad de la sonrisa junto con las líneas de acordeón. Perfeccionó lo más que pudo el esquicio con su esfuerzo más cuidadoso.
Luego, fue por un vaso de agua y mientras daba los primeros sorbos... se colocó frente a los lienzos extendidos en la mesa, que en escala ampliada contenían su mejor esquicio de la sonrisa dibujada de su interés romántico.
Pensó, pensó y pensó… le dio varias vueltas en círculo a la mesa sin quitar la vista del esquicio.
Musitando casi imperceptiblemente pronunciaba “no puede haber unas sonrisa tan ataráxicamente perfecta, aun las sonrisas más perfectas deben tener un resquicio… un resquicio… un resquicio... un resquicio”.
Casi rendido sin encontrar resquicios en el esquicio y segundos antes el desquicio…sonrió y dijo “encontré uno”… y con un carboncillo nuevo lo marcó como lunar en la sonrisa y escribió el “#1”.
Luego, encontró otro que marcó con forma de lunar con el “#2”. Ya envalentonado, siguió marcando el #3 hasta llegar al #7.
Ya con los siete puntos marcados, tomó un instante de contemplación y se dijo… "ahora a recorrerlos en la práctica sin desquicio".... mientras cerró la escena con una sonrisa propia de sed de antojo por saciarse.
Tiempo de elaboración: Mientras unía los lunares de tu cara y pensaba el camino para recorrerlos...
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