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"El reloj de las 8:31 suspendido en el tiempo"

Actualizado: 18 ago 2020

..."El reloj de las 8:31 suspendido en el tiempo" de Richard R. Crown, del nuevo libro "Nunca existieron nubes, nunca existieron estrellas, solo hubo soledades perversas" México, 2020 © Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra.


...adelantemos nuestros relojes siete minutos para que nos rinda más el tiempo...



...melifuo evanescente que derrite la mente racional...

El parque de mi casa tiene un reloj monumental que indica la hora, o al menos lo intenta dando su mejor esfuerzo y está arropado por vestidos largos de cuerpo completo de luces sincrónicas que viajan por los colores de la gama de relajantes azules y transmutadores violetas, similar a cuando las señoritas cambian su brillo con solo sonreír al solo reconocer la persona que tienen enfrente... vestido deliciosamente arrullado por sonidos de amplio espectro de agua en efervescencia que al ser percibido se escucha como patinan la ondas vibratorias dando tres vueltas a cada pabellón auricular en simultaneo antes de hacer luz dentro de la red neural que se enciende con las sensaciones concomitantes que confluyen a los trinos de pájaros que algo quieren decir y el viento fresco que con autoridad de manos decididas, acaricia la piel suavemente hasta hacer de la experiencia un melifluo evanescente que derrite la mente racional, desconectando de forma implacable al visitante para darle una oportunidad de que se reconecte.


Atrapado en un minuto dado, el reloj vive una centena de historias cercanas de un minuto... la orgullosa paseante de su afable perrito que camina de forma sincrónica con tres pasos del perrito por cada paso de la dueña, sin salirse del compás... el perrito impulsivo y la dueña orgullosa por tratar de reconvenirlo... un minuto de 160 latidos de las señoritas deportistas que saben que ese minuto de esfuerzo es el más importante y por el que vale su rutina... el viejo que camina solitariamente sabiendo que cada paso es un gran paso de logro y el minuto tendrá unos 30 pasos... el minuto en el que dos desconocidos se dicen "hola, ¿vienes seguido?" sin ocupar a la mascota de rehén de sus intenciones de esperanza... un intercambio de miradas que procrastinan el parpadeo con tal de no perder detalle del alma que tienen enfrente... tal vez un beso que se aferra a los labios que nunca habían besado antes... tal vez varios besos que no pudieron alejarse en la tregua del respiro... tal vez una caricia territorial que hacen deslinde de propiedad compartida o simplemente el recordatorio de un derecho de paso...


...por fortuna el reloj siempre te regala siete minutos... cuenta la historia que él le declaró su amor a ella, y ella ocupó de pretexto vano al reloj declarando que justo era la hora que tenía que llegar a su casa cercana y valiéndose de ese error el pretendiente, sacó su celular y le mostró que aún tenía siete minutos para decidir antes de llegar a tiempo a su casa... y en efecto, la historia se hizo leyenda que hoy en día se conoce como "el reloj y el parque que repite los siete minutos"... dicen los que saben que los paseantes ocupan esos siete minutos para multiplicar siete veces un minuto... y usted señorita ¿para qué va a ocupar esos siete minutos al pasear en el parque?...

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