..."El simbólico parque etéreo" de Richard R. Crown, del nuevo libro "Nunca existieron nubes, nunca existieron estrellas, solo hubo soledades perversas" México, 2020 © Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra.
...las soledades perversas crean escenografías para arropar una idea etérea...
...y los silencios construyen y destruyen... silencios que arman y desarman...
"Tenía tanto temor de regresar a la banca del parque en el que declaré mi derrota de amor por tí, declarandome perdidamente enamorado...
...sí, ese parque en el que pasé horas tratando organizar los suspiros ingentes que me provocabas, arropado de nubes de arrebol que dejaron ver estrellas en el momento oportuno...
...sí, esa banca del parque que me acompañaba con una sinfonía poética de pajaros cantando... sí, esa banca en la que las emociones concomitantes no podían ver pasar personas porque solo era dialogo contigo...
...pero un día me arme de valor, como tú decías "junte valor", y regresé a ese parque...
...y me di cuenta que las nubes ya no estaban ahí, las estrellas ya eran otras, de hecho la banca ya no estaba y tampoco el parque porque habían construído un multifamiliar de interés social hacia ya muchos años...
...y me sentí como tonto al darme cuenta que cuenta que "nunca existieron nubes, nunca existieron estrellas, solo hubo soledades perversas".