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Foto del escritorRichard R. Crown

"El sincero 'te amo' sentados frente al mar"

Actualizado: 10 ago 2019

“El sincero 'te amo' sentados frente al mar” del nuevo libro "Sensitiva” de Richard R. Crown, México, 2019 © Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra.


… antes de que me reclamen que tuvieron que ir a buscar a La Real Academia en estado ataraxico...


Urdir. 1. Preparar los hilos en la urdidera para pasarlos al telar. 2. Maquinar y disponer cautelosamente algo contra alguien, o para la consecución de algún designio.


Preconizar. 1. Encomiar, tributar elogios públicamente a alguien o algo.


Farfullar. 1. Hablar muy deprisa y atropelladamente. 2. Hacer algo con tropelía y confusión.


Exultar. 1. Mostrar alegría, gozo o satisfacción.




... y urdiendo con una mente planeada y el novio por ayudante ... ella dijo "sí" para alimentar el ego del mismo novio ayudante...ja!, así es la vida...

... y ella, urdiendo de forma perversa la conversación... tejió una tela que él mismo le ayudó a hilar... y sentándose ambos a solas frente al mar... él mismo la cubrió y se cubrió con la misma tela.


... y ella, preconizando de forma ecléctica los piropos y detalles adecuados para ella... lo hizo un caballero atento... y sentándose ambos a solas frente al mar... aun estado nublado, él le pasó a ella su sombrero para cubrirla del sol y que lo tuviera puesto en su cabeza anticipando unos segundos antes, que la única nube en el cielo destapara el sol.


... y ella, fingiendo y mintiendo convenientemente que la rosca del frasco de las conservas estaba excesivamente apretada... unas tres veces por semana le solicitaba a él ayuda para abrirla y así alimentar su ego masculino... y sentándose ambos a solas frente al mar... él la abrazó con ternura y seguridad a su pecho manifestando fuerza muscular.


... y ella, farfullando a su estilo... lo hizo evitar contestar rápido y sin pensar... y sentándose ambos a solas frente al mar... cada vez que las olas rompían en el sonido que provocaban, él acercaba su oído para verificar si ella si estaba musitando algo.


... y ella, exultando la forma de recibir los detalles... lo fue condicionando al estilo Pavlov para perfeccionar su observación en los detalles más ad hoc y más lindos... y sentándose ambos a solas frente al mar... él sacó del fondo de su backpack un estuche de lentes con el nombre grabado de ella y en el interior sus nuevos lentes obscuros exactamente de la misma marca que ella más deseaba y la hacía feliz.


... y ahí sentados ambos frente al mar... ella esperó a que una gaviota pasara para decirle que lo amaba por la forma como era con ella...agradeciendo la manta para taparla que ella misma había confeccionado, el sombrero anticipatorio al sol, la calidez de su abrazo estrechado, su habilidad para ver más allá y adivinar sus deseos con solo musitar antojos y ser tan atinado e increíble en los detalles.


...y declarando su amor frente al mar... ambos disfrutaron por muchos años la convivencia mutua de su romance.




Tiempo de elaboración: El invisible tiempo que toma atender un amor sin tiempo de pensar en otras tonterías.


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