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"El último cuento ver 2.0"

"El último cuento ver 2.0" del nuevo libro "Sensitiva” de Richard R. Crown, México, 2020 © Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra. La versión 1.0 estaba en el libro "Cuentos de almohada para Aleen" del mismo Richard R. Crown.


…¿qué epitafio dejaría?…


…¿antes de morir, que nota le dejaría a la persona que la dejó perdidamente enamorad@?…

Hola… ¿cómo estuvo tu día?, ¿cómo estás?, ¿10,000 juntas?, ¿lista para dormir?... aprovecho que estas por dormir y es el único momento que escuchas para… ¿contarte un cuento?, ojalá digas que sí porque el ser humano es finito y los cuentos por consecuencia deben de serlo... bueno, me colocaré a pie de cama en una silla mientras tu celular sigue sonando el texteo debajo de las toda la capa de cobijas que usas.


El cuento se intitula “El último cuento” y no se requiere tener habilidades intuitivas para saber que no te quiero marear. El cuento es muy breve, demasiado.


Érase una vez un cuaderno que podría albergar un cuento. Y digo podría porque realmente era un cuento que no se había contado a sí mismo; solo era un cuaderno de hojas en blanco. ¿Te imaginas un cuento que no se ha contado a sí mismo?, sería como un alma que no encuentra cuerpo para reconocerse a sí misma en la elaboración del propósito.


En realidad el libro solo tenía un día de vida, si no se escribía algo a sí mismo con algo que realmente se constituyera un legado o un mensaje para su enamorada, sería enviado al incinerador para alimentar el calor del refugio de vagabundos. ¿Te imaginas querer recuperar en un día el decir un "te amo", a aquella persona a la que se te hizo irremediablemente tarde para hablarle de amor en mucho tiemapo antes?


Dado que la muerte era segura para el cuento no contado porque en un día, no se puede escribir un gran legado de cuento de amor tan completo, integralmente cabal, de capítulos, etc., decidió esperar la muerte en sus últimas horas.


No obstante, pensó en el mensaje más sincero que le saliera del alma y lo apuntaría en sus propias páginas, aunque sabría que eso no aseguraría que lo leyera su enamorada. Aun así, de la misma forma que las personas que están solas en la montaña y saben que el fin es cercano, se confiesan a sí mismas frente a ellos, sin intermediarios de por medio, así se confesó a sí mismo en la más pura sinceridad personal. ¿Te imaginas?, sería como darle verdad a las propias mentiras contadas a otras personas.


Entonces, el cuaderno decidió escribir el nombre de su enamorada en la portada y luego, seleccionó las mejores páginas vacías y escribió un epitafio. Una vez colocado su epitafio ocupó el resto de las páginas para colocar el nombre de su enamorada.


Al día siguiente fue enviado al incinerador. El libro no sobrevivió, murió en la más absoluta indiferencia y dolor por las heridas que lentamente lo calcinaron. ¿Te imaginas?, sería como estar en tu lecho de muerte y que las propias personas que dicen que te quieren o estiman no te volteen a ver.


No obstante, su cuerpo, el cuerpo del libro, no se quemó completamente, aún podía leerse el nombre de la enamorada y también las páginas centrales dónde escribió el mensaje.


Cuando el vagabundo leyó el mensaje, se dio cuenta de no podía intentar incinerarlo nuevamente, y con todas las referencias, fue a entregar el libro a la persona que hacía referencia el epitafio.


La enamorada recibió el libro y leyó el mensaje.


Ahora sí señorita, como después del cuento ya no hay nada, diré “buenas noches”, antes de leer la última frase del cuento.


La frase decía “Muchas gracias por permitirme enamorarme de ti, nunca te olvidaré, me encantó enamorarme de ti. Me sentí un alma llena de propósito por ti, soy un alma que se confiesa a sí misma en su propio lecho de muerte para decirte un 'te amo' que marcó legado, que no murió en la indiferencia, y que no necesito centenas de amistades que fingieron quererme o estimarme, porque tu, solo tu, le diste un instante de valor a mi vida. Gracias por permitirme enamorarme de ti".


Tiempo de elaboración: Un instante. Vigencia:Una vida mientras sea invocado el nombre del poeta.

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